By Esteban Gregorio, Gran Época El | Diciembre 25, 2013
El final de 2013 vio una ola de esfuerzos por parte de individuos y gobiernos para condenar la práctica de la sustracción forzada de órganos en China, lo que sugiere que en 2014 se hará más para detener este crimen contra la humanidad.
El signo más visible de este nuevo impulso fue una petición que hizo circular el grupo de derechos humanos Médicos Contra la Sustracción Forzada de Órganos.
Dirigida al Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la petición le pide al alto comisionado: que pida “el cese inmediato de la sustracción forzada de órganos de los practicantes de Falun Gong en China”, que inicie investigaciones que conduzcan al enjuiciamiento de los responsables, y pedir al gobierno chino que ponga fin a la persecución a Falun Gong.
Casi 1.5 millones (1.48) de personas en 53 países de los 5 continentes firmaron elpetición, que fue entregado en la oficina del alto comisionado en Ginebra el 9 de diciembre.
El 6 de diciembre se introdujo un proyecto de ley en el Parlamento canadiense que sancionará a quienes participen en la sustracción forzada de órganos.
El 12 de diciembre, el Parlamento Europeo aprobó una resolución condenando la sustracción forzada de órganos en China. Se espera que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos vote una resolución similar a principios de 2014.
In Australia, el 170,000 de noviembre se entregó una petición con 27 firmas al miembro del Parlamento de Nueva Gales del Sur, David Shoebridge. La petición requería la aprobación de una ley que él había presentado para prevenir a los ciudadanos de obtener órganos de víctimas no voluntarias.
En Francia, los parlamentarios han pedido la aprobación de una ley para prohibir el tráfico de órganos humanos. En Suecia, Taiwán y Hong Kong ha habido debates recientes entre legisladores sobre qué legislación podría ayudar a evitar que sus ciudadanos participen o se confabulen con el régimen chino de sustracción forzada de órganos.
Las naciones de todo el mundo están comenzando el trabajo de construir un sistema global ético de trasplante de órganos.