El 12 de mayo de 2021, el Departamento de Estado de los Estados Unidos publicó su informe de 2020 sobre libertad religiosa internacional. los sección sobre China (incluye Tíbet, Xinjiang, Hong Kong y Macao) contiene documentos y relatos de hechos que revelan violaciones de derechos humanos y abusos cometidos por el Partido Comunista Chino. El informe también detalla las atrocidades de la sustracción forzada de órganos contra practicantes de Falun Gong y prisioneros musulmanes uigures.
El siguiente es un extracto del informe:
“En marzo, la ONG con sede en EE. Fundación Memorial de las Víctimas del Comunismo (VOC) publicó un informe, Obtención de órganos y ejecución extrajudicial en China: una revisión de la evidencia. En el informe, VOC declaró que los practicantes de Falun Gong y los presos de conciencia musulmanes uigures eran la fuente más probable de órganos para la venta en el mercado de trasplantes de órganos del país. Una serie de artículos relacionados publicados durante el año que examinan el sistema de trasplante de órganos del país cuestionaron la plausibilidad de las estadísticas oficiales del gobierno sobre el origen de los órganos para trasplante, afirmando que había una superposición entre el personal médico que realizaba trasplantes de órganos y las personas involucradas en la campaña contra Falun Gong. .
El 1 de marzo de 2020 el Tribunal de China, un tribunal independiente establecido por la ONG con sede en Australia Coalición internacional para poner fin al abuso de trasplantes en China, lanzó su Sentencia completa sobre las condiciones de sustracción de órganos en el país. El informe era un relato más completo con apéndices de las pruebas en las que se había basado el grupo no gubernamental y la metodología que había utilizado para llegar a las conclusiones contenidas en su Conclusiones breves y el informe de Sentencia Sumaria emitido en junio de 2019. En el informe de Sentencia Completa, el grupo incluyó relatos de personas, incluido personal médico, que declararon haber sido testigos presenciales de abusos, incluso por parte de personal médico, y otras pruebas que documentaron lo que la ONG determinó que era un programa estatal continuo y de décadas de duración de sustracción forzada de órganos de presos de conciencia, principalmente practicantes de Falun Gong. El informe del Juicio Completo también contenía relatos de testigos presenciales de practicantes de Falun Gong y uigures sobre exámenes médicos involuntarios, incluidos rayos X, ultrasonidos, análisis de sangre y pruebas de ADN”.