La siguiente es la Fundación de Derecho de los Derechos Humanos'spdeclaración pública sobre prácticas abusivas de trasplante de órganos en China — 2018
Desde el año 2000, la República Popular de China se ha involucrado en esfuerzos dirigidos por el estado para industrializar su sistema de obtención y trasplante de órganos. Esto ha implicado una variedad de esfuerzos intensivos para modernizar su sistema de trasplante, brindar capacitación clínica a médicos y enfermeras, desarrollar una industria nacional de inmunosupresores y participar en ciencia básica e investigación y desarrollo sobre trasplante de órganos. Esto coincidió con una gran expansión en el número de operaciones de trasplante realizadas.
Todos estos esfuerzos se llevaron a cabo durante un período en el que China casi no tenía donantes voluntarios y un número escaso de donantes vivos relacionados. Así, la única fuente de órganos durante el período fueron los presos. En 2005 y 2006, después de años de negaciones, los funcionarios chinos afirmaron que los condenados a muerte ejecutados eran el principal suministro de donantes para la gran cantidad de trasplantes que se habían realizado.
Sin embargo, durante el mismo período, desde el año 2000 hasta la actualidad, el número de presos criminales condenados a muerte en China ha disminuido constantemente. Mientras tanto, el número de presos de conciencia bajo custodia, incluidos los practicantes de la disciplina espiritual perseguida Falun Gong, así como los musulmanes uigures, creció rápidamente.
Existe una cantidad significativa de evidencia que indica que estos prisioneros se convirtieron en el pilar de los cuerpos de donantes que impulsaron el rápido desarrollo de los trasplantes de órganos en China. Dicha evidencia incluye admisiones telefónicas grabadas de médicos chinos, análisis de sangre de presos políticos bajo custodia, amenazas y admisiones de guardias de prisiones aludiendo a esta práctica, participación de cirujanos de trasplantes en el trabajo anti-Falun Gong y participación de funcionarios de seguridad anti-Falun Gong en Trabajo de trasplante de órganos.
La ejecución extrajudicial es un crimen contra la humanidad, una violación del derecho internacional consuetudinario y una derogación de la propia constitución y estatutos penales de China.
La Human Rights Law Foundation pide que los perpetradores de este crimen (la ejecución extrajudicial de ciudadanos chinos inocentes con el fin de obtener órganos) estén sujetos a sanciones penales y civiles internacionales, y se esfuerza por documentar las actividades de los violadores de los derechos humanos y ayudar en los esfuerzos globales para llevarlos ante la justicia.